Palabra de origen quechua, cuyo significado es pacha: tierra, mama: madre-mamá.
Festejando la Pachamama!
Se trata de un rito milenario, transmitido de generación en generación por nuestros ancestros y muy arraigado en la región que habitamos, en donde año tras año, en el mes de agosto, se venera y se dá gracias a la “mamita tierra” por todo lo que nos ofrece y por todo lo bueno que nos sucede en nuestras vidas.
La tradición nos dice que todos los 1° de agosto, se deben “saumar” las casas, con el objetivo de purificar el ambiente en donde desarrollamos nuestras actividades, para “liberarnos” de toda energía negativa que pudiera rondar por nuestro entorno, para luego sí, centrar todos los festejos, en un día exclusivo de agosto.
En el día elegido para el agradecimiento, cada poblador, en su casa, elige el lugar en donde se va a realizar la ceremonia, luego se hace una pequeña excavación, la cual va a ser la misma, en el mismo lugar, todos los años, para luego, iniciar el rito de dar de comer a la tierra. Se invita a participar de este acontecimiento a familiares, amigos y allegados del lugar, los cuales participan también de esta ceremonia.
El jefe de la casa, con el permiso de todos los presentes, inicia con el homenaje ofrendando a la “pacha” bebidas y alimentos, en lo posible típicos de la región, como por ejemplo variedad de comidas en donde preponderan el maíz, el zapallo, la zanahoria y la papa.
Antes de esto, se ofrece a todos los presentes un cigarrillo, los cuales una vez encendidos se colocan semienterrados en los bordes de la pacha, para que también ella pueda disfrutar del sabor de estos, mientras los participantes siguen con la mirada y en silencio como se va consumiendo de a poquito el cigarrillo, que según dicen los abuelos, depende mucho de eso, el futuro que nos depara para el resto del año.
Uno a uno los presentes, se van acercando hacia la pacha, y de rodillas y en silencio, realizan sus oraciones mientras ofrecen a ella comidas y bebidas.
Una vez culminada con la ceremonia, se procede a cubrir el pozo, con la veneración y el respeto que se merece, para luego invitar a todos los presentes a compartir un gran almuerzo de confraternidad, que en algunos casos se prolonga por largas horas durante el día, con la satisfacción de haber cumplido con nuestra madre tierra y esperar hasta el próximo año el reencuentro íntimo entre cada uno de nosotros con nuestra querida “santa tierra”.
En nuestro Centro de Capacitación Laboral de Malvinas, desde hace algunos años atrás, también cumplimos con este compromiso, en el cual participan nuestros pacientes y todo el equipo terapéutico, y en el cual pedimos a “pachamama” por la salud de nuestros chicos, por nuestro trabajo y por todas las necesidades que tenemos. Luego de ello, obviamente, y como debe ser, nos despachamos con un gran almuerzo entre todos.
Las siguientes ilustraciones dan fé de ello. Hasta el próximo Agosto!!
Enf. Juan José Alfaro